9.09.2007
y las cárceles vuelan
Desearnos en el otro
levemente imprescindibles.
Reconstruir
(adoro esa palabra)
olores o sonidos,
nunca imágenes.
Estas son la prolongación
menos sensitiva
del cuerpo,
por lo menos del mío
Y así volver a andar
un poco más tranquilo,
hacerle pito catalán
a la muerte.
Desearnos en el otro
levemente imprescindibles.
Ensayar la sonrisa
negando la distancia,
mientras ocupamos las manos
y el amor
en la grave tarea
de cambiar la yerba
al mate.
Reynaldo Sietecase
9.08.2007
sábado
la pequeña muerte
.
No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su viaje, a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más alto, nos arranca gemidos y quejidos, voces de dolor, auque sea jubiloso dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de raro, porque nacer es una alegría que duele . Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza . Pequeña muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace.
(a cualquier navegante furtivo: bienvenido)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)